Gestión semafórica en Barcelona: Un modelo inspirador para Lima Metropolitana
La reciente visita técnica a Barcelona ha demostrado que es posible implementar un sistema de gestión semafórica avanzado y de múltiples fabricantes que optimice el flujo vehicular y mejore la seguridad vial. En una ciudad con una densidad vehicular y demográfica superior a la de Lima Metropolitana, Barcelona ha logrado minimizar la congestión, gracias a su sistema inteligente de semáforos, diseñado pensando en la eficiencia y el ciudadano. Este modelo plantea una serie de lecciones y posibilidades para mejorar la movilidad urbana en Lima.
Claves del Sistema Semafórico en Barcelona:
1. Centro de Control de Tráfico Centralizado: Desde una ubicación central, se gestionan 1,665 intersecciones viales equipadas con sensores, cámaras y controladores que ajustan los ciclos de luz de los semáforos en función del tráfico en tiempo real. Esto asegura un flujo continuo y seguro en zonas de alta densidad, áreas residenciales y turísticas, optimizando la movilidad en toda la ciudad.
2. NSC: Núcleo de Sistemas de Control: Este software de gestión integral controla la movilidad en Barcelona y cuenta con módulos avanzados como:
o Sistema de control de tráfico en tiempo real.
o Plataforma de gestión de información y video.
o Integración de sistemas de movilidad, tanto propios como externos.
o Gestión de zonas de acceso regulado y mantenimiento.
3. Protocolo de Comunicación “B”: Desarrollado específicamente para Barcelona, este protocolo estandariza las especificaciones que los reguladores de tráfico deben cumplir para comunicarse con los sistemas centralizados, permitiendo una coordinación ágil y eficiente entre dispositivos de diferentes fabricantes.
4. Prioridad al Transporte Público: El sistema prioriza a autobuses y tranvías, permitiéndoles “comunicarse” con los semáforos para recibir preferencia cuando sea posible. Este enfoque reduce los tiempos de espera y promueve el uso del transporte público como alternativa eficiente.
5. Innovación Constante: Algunas intersecciones en Barcelona han incorporado una cuarta luz en los semáforos, que emite una línea blanca (horizontal, vertical o inclinada) según la indicación. Esta señalización es exclusiva para tranvías y autobuses, y en el futuro, se contempla que apoye también a vehículos autónomos, indicándoles condiciones de circulación seguras.
Inspiración para Lima Metropolitana
Barcelona ofrece un ejemplo de movilidad urbana del siglo XXI, donde la tecnología y la sostenibilidad se combinan para ofrecer un entorno más seguro y eficiente. Lima Metropolitana, con una cantidad similar de intersecciones semaforizadas, enfrenta importantes retos de tráfico que, pese a las inversiones realizadas, aún carecen de un sistema semafórico que se adapte dinámicamente al flujo vehicular. Implementar un modelo inspirado en Barcelona permitiría a Lima reducir la congestión, mejorar la seguridad vial y fomentar el uso del transporte público.
En conclusión, el sistema semafórico de Barcelona no solo optimiza la movilidad, sino que también se convierte en un referente para otras ciudades. Lima tiene ahora una hoja de ruta inspiradora para alcanzar una gestión de tráfico inteligente que, además de mejorar la calidad de vida urbana, fortalezca su sistema de transporte público y la experiencia de los ciudadanos. La hoja de ruta de Lima debe tener un alcance a la gestión semafórica del Servicio Público de Transporte de la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) y las vías de acceso al Aeropuerto en la Provincia del Callao.